El mundo ha quedado reducido a titulares en la era de las redes sociales. En mi experiencia como manager de contenidos digitales, siempre que he participado en sesiones de testing con usuarios he podido comprobar cómo estos pasaban a toda velocidad por el contenido de la pantalla, apenas deteniéndose en los titulares. Esto no es nuevo. Con los periódicos de toda la vida sucede lo mismo. Uno va pasando páginas y viendo titulares, y a veces -solo a veces- lee algún párrafo de una noticia. En cualquier caso, las estadísticas dicen que solo un porcentaje mínimo de los contenidos de un periódico, en torno a un 10%, se lee realmente.
Ahora que tenemos las redes sociales, titular de forma efectiva es más importante que nunca. El espacio y tiempo son más limitados que entonces. Para colmo, competimos con cientos y cientos de cuentas de Twitter o de Facebook bombardeando a sus seguidores con sus respectivos mensajes.
Con suerte ya habrás leído la lección “Cómo crear titulares de impacto”, que sin duda te ayudará en esta nueva tarea. Si no, te recomendamos empezar por ahí y regresar más tarde para aprender técnicas específicas de las redes sociales.
- Sigue un método infalible: En cualquier trabajo es importante innovar, y el del copywriter no es una excepción. Sin embargo, el método también es imprescindible. No podemos inventar la rueda todos los días. ¿Cuál es ese truquillo que nos ayudará a conseguir nuestros objetivos? Estos son los pasos clave:
- Identificar un problema: Podemos hacer una pregunta. Por ejemplo: “¿Cansado de levantarte sin energía todas las mañanas?”. Esta frase tiene como objetivo suscitar una identificación automática por parte de la audiencia. Es el gancho.
- Desarrollar el problema: Dependiendo de la red social esta parte será más extensa o menos, a veces incluso inexistente. Pretende reforzar la identificación por parte de los lectores que se han visto atraídos por el primer gancho. Por ejemplo, siguiendo el ejemplo anterior, podemos escribir: “Es duro abrir los ojos y acordarte de que tienes que ir al trabajo. Sacar una pierna de debajo la sábana. Luego la otra. Arrastrarte al baño para lavarte la cara y desayunar como un zombie”.
- Resolverlo: Al final, nuestro trabajo como copywriters depende de nuestra capacidad de satisfacer las necesidades de la audiencia. Podríamos acabar nuestro mensaje diciendo: “Estas gafas te ayudarán a descansar mejor” o “No te pierdas estas gafas repara sueños”.
- Huye de los convencionalismos: El copywriting es un arte que va mucho más allá de frases tópicas como “Cómpralo” o “Haz clic aquí y consíguelo”. En las redes sociales estas tácticas de venta funcionan mal, precisamente porque nadie quiere que le vendas nada. Los usuarios de las redes sociales solo están dispuestos a escuchar si tienes algo interesante y útil que decir. La interacción en redes sociales no es pasiva, sino activa y bidireccional. Tu mensaje ha de estar profundamente influenciado por tu conocimiento sobre la audiencia.
- Incluye números, siempre que puedas: Sin abusar, pero el uso de números hace que el mensaje sea más fácil de memorizar por parte de la audiencia. Así lo afirman los estudios científicos.
- Utiliza mensajes negativos y positivos de forma inteligente: Tanto los mensajes positivos como negativos tienen un alto potencial para ser compartidos. Se ha comprobado que aquellos mensajes que emplean palabras algo trágicas, oscuras, relacionadas con la muerte o la destrucción (aunque sea en contextos muy diferentes) surten efecto. Un ejemplo efectivo podría ser: “La regulación con la que el Gobierno quiere destruir la Red”. También puedes darle un enfoque más positivo, aunque sirviéndote de estos términos: “20 cosas que puedes hacer para acabar con el dolor de cabeza”.
- Emplea más verbos que nombres: Dan Zarrella, experto en redes sociales, analizó más de 200.000 tuits y se dio cuenta de que los verbos y adverbios registran más clics que los nombres y adjetivos.
- No olvides las reglas de toda la vida: Aunque el medio haya cambiado, las claves del buen copywriting, como ya vimos en la primera lección de este curso, son las mismas:
- Ve al grano. El tiempo y el espacio son limitados como para malgastarlos. Ten claros los objetivos que persigues.
- Di algo que sea útil. Recuerda que los consumidores no compran productos o servicios sino lo que estos pueden hacer por ellos.
- Pero no lo digas todo… dale un halo de misterio. El texto debería suscitar preguntas. En vez de decir “Impresionante. Todos de pie, aplaudiendo y vitoreando el partido del equipo”, puedes optar por algo con más intriga. “No te imaginas cuál ha sido la reacción del público después del partido”.
