
El marketing de contenidos sigue marcando la pauta en muchos aspectos del marketing online en la actualidad, y todo indica a que los contenidos de calidad también serán clave en el futuro ante las últimas actualizaciones del algoritmo de Google. Los profesionales del marketing saben bien que cualquier estrategia de ‘inbound marketing‘ (o marketing online en general) tiene en el blogging un pilar fundamental. Pero no basta con esto. Es común tener interrogantes llegado el momento. ¿Que es mejor, un blog interno o externo? ¿Qué estrategia debo seguir? ¿Qué métricas o KPI’s debo analizar?
¿Por qué elegir un blog interno?
Por blog interno nos referimos a uno que esté integrado dentro del dominio de la empresa, ya sea como subdominio o como categoría, pero que repercuta directamente en el posicionamiento de la web corporativa o asociada.
Esta opción es ideal para el posicionamiento ya que todo el SEO positivo que seamos capaces de generar si aplicamos correctamente los patrones del SEO y el inbound marketing repercutirá de forma beneficiosa en la reputación y autoridad del dominio. De este modo, conseguiremos posicionar antes y mejor nuestros contenidos. Esto ocurrirá si el usuario o lector se comporta como esperamos, es decir, que no llegue y se marche, inflando la tasa de rebote por encima de lo recomendable.
Las buenas prácticas de SEO, junto con la difusión, nuestra reputación y todas aquellas visitas de calidad que seamos capaces de captar hacia nuestro blog influirán positivamente en nuestra web alojada en dicho dominio. Aunque un lector fidelizado no genere venta alguna en nuestro blog, si nos ayuda a posicionarnos le estaremos igualmente agradecidos y trataremos de seguir una estrategia orientada a la venta en paralelo a nuestra estrategia de marketing de contenidos, de forma que queden perfectamente integradas.
¿Y si tengo un blog externo?
Si ya lo tienes, tampoco es el fin del mundo ni mucho menos. Al contrario, sigue siendo una excelente arma de imagen corporativa e informativa para sus lectores recurrentes o potenciales.
En este caso, hay que tener en cuenta que el SEO sobre este blog será en muchos casos independiente del SEO de la propia web, ya que no compartirán dominio. Aún así, es recomendable mantener una estrategia conjunta de inbound marketing. Por ejemplo, el blog puede potenciar la captación de leads que más tarde nos permitan realizar acciones de email marketing relacionadas con productos o servicios de la web. Por supuesto evitando caer en el spam y siempre y cuando la persona que nos ha cedido sus datos de contacto para tal efecto sea plenamente consciente de ello. De no ser así, estaremos haciendo perder el tiempo a nuestra comunidad y generando un rechazo que repercutirá en la imagen corporativa y el vínculo emocional con la audiencia.
¿Y si el blog no quiero vincularlo a la empresa o marca?
Tampoco es un gran problema. En este caso la estrategia de la web debe ser independiente de la estrategia del blog e interrelacionarse en contadas ocasiones.
Es posible que tengamos un blog como fuente de monetización alternativa de nuestra empresa, pero que no queramos vincularlo directamente con la compañía. En tal caso deberán seguir caminos independientes y cada uno responderá a unas métricas de conversión y de crecimiento particulares. Por ejemplo, si se dispone de un canal de ecommerce y un blog no corporativo, una parte puede estar centrada en las ventas de productos y la otra en vender espacios de publicidad a afiliados.
¿Qué pasa si el tono del blog es diferente al tono corporativo?
A priori, tener un blog que no sigue la línea corporativa resulta algo arriesgado, sobre todo si es el único blog de que dispone la empresa para dicha marca. Y es que el blog es la voz de la empresa en los buscadores, y debe responder a unos objetivos estratégicos genéricos que deriven de la propia web corporativa.
“Si los contenidos del blog atraen un público que no es el target ideal de la empresa, estaremos perdiendo muchísimo dinero y tiempo”
A no ser que ambas estrategias (blog y web) sean independientes, considero esta alternativa errónea ya que no tiene bien definidos los segmentos potenciales a los que dirigirse.
En definitiva, si todavía no has dado el paso de abrir un blog que sirva de complemento a una web de empresa o profesional, seguramente te interese integrar en su dominio un espacio dedicado a la generación de contenido relevante y de calidad para los usuarios a los que quieras dirigirte.
¿Cómo definir el lector objetivo?
“Desengañémonos, no somos nosotros quienes escogemos nuestros lectores, sino ellos quienes nos escogen a nosotros”
Para ello debemos elegir aquellas áreas o campos en que somos más expertos o sobre lo que nos interesa o apasiona escribir. A partir de ahí, el tono, nivel de tecnicismo, presencia social y demás factores irán determinando el tipo de lector que tengamos.
Comprender todo ello tiene que ver con adentrarse en la psicología del consumidor o usuario web, y para ello os dejo de forma gratuita una guía que profundiza y explica las claves de una estrategia de inbound marketing aplicadas al ciclo de compra vs el ciclo de venta.
Nuestra personalidad y estilo literario ayudará a captar o encontrar a nuestra comunidad, pero con blog interno o externo, lo que no debemos perder nunca es la pasión por la que redactamos. Esta es la esencia de todo contenido de calidad, y por tanto, de nuestra estrategia de marketing de contenidos.
Imagen | Obra derivada de una imagen (CC) de J E Theriot en Flickr
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